



















Es un spam de Yayoi, pero quería que los que siguen el blog y no pudieron ir vieran todo lo que yo ví, o casi todo. Nunca pensé que una exposición de una artista japonesa tuviese tanta acogida aquí o en cualquier otro país. Para entrar en fines de semana había que hacer colas de dos horas y tener paciencia para entrar a las salas, pero tuve la suerte de que me cayó un feriado judío en mi trabajo y pude ir un jueves a las 2 de la tarde donde había mucho menos fila.
La obra de Yayoi Kusama es maravillosa, te enamora. La curaduría y distribución fue medio desastrosa, (discutido con amigas que están más próximas al arte que yo): el Malba es un museo que tiene 3 pisos, de los cuales dos estaban destinados a Yayoi pero estaban separados por el piso del medio que tenía la expo de artistas latinoaméricanos que siempre está. Y había una sala en el medio de todo donde se hacía una fila que estorbaba el paso y la visión.
Yo estaba tan fascinada con todo que no le presté mucha atención a esto, pero sí era medio incómodo recorrer el espacio. De resto, todo era hermoso, su trabajo, su historia, su delirio. Desde que entras ves sus performances, un video de un happening, es tan genia que un cuarto está lleno de lunares en objetos comúnes para que experimentes sus alucinaciones con lunares, y luego pasas a otro que es como un espacio infinito, entras y sientes que eres parte de todo.
El cuarto de los espejos me paró los pelos, pero solo podías estar 10 segundos. Es el de los tentáculos blancos con puntos rojos, in cre í ble!
Yo volé (se nota jaja), me encantó haber sido parte de esto. Siento que pocas veces se pueden vivir cosas así y que soy muy afortunada de verlas.
La muestra es genial. Yo fui este último domingo y tuve que estar 2 horas bajo la llovizna y el viento pero valió la pena. De todas maneras, era tanta la gente que habia que el cuarto de espejos solo se podia mirar de afuera po0r 2 segundos y seguir caminando. Me hubiera gustado disfrutar mas la muestra sin que me empujen todo el tiempo pero peor es nada. ¿No eran increibles los cuadros de la planta baja que parecían que los lunares se despegaban del lienzo? Muy buena muestra.
ResponderEliminarA mi me impresionó mucho la euforia de la gente (de todas las clases, estilos y edades) con ir a ver la expo, ni idea de que tantas personas la conocían. Hacía la reflexión con un amigo de que en Venezuela ese tipo de cosas no pasan con las exposiciones.
ResponderEliminarLuego acá la gente se puso un poco intensa, pero es que de verdad es alucinante todo lo que ha hecho esa mujer. La amo. Quiero ser ella cuando crezca. FIN.
que expectacuplusssss
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